martes, 8 de noviembre de 2011

Aprovechar la iluminación al máximo

La luz desempeña un papel determinante en la decoración de los espacios.

El equilibrio perfecto entre el tipo y la cantidad de luz que recibe un ambiente determinado puede afectar la percepción del mismo e intensificar la presencia de muebles y objetos.

Si bien la iluminación artificial puede realzar, atenuar o variar los colores, las formas y las texturas de una habitación en las horas de la noche, durante el día hay que sacar el máximo provecho de las fuentes de luz natural de que dispongamos.

La sala de estar

Por tratarse de una habitación destinada para recibir visitas, leer, ver la televisión o realizar otras actividades, la iluminación de la sala es la más variada y flexible entre todos los espacios de la vivienda.

Por lo general, requiere una luz general suave, cálida o neutra que sirva como fondo. No tiene que ser necesariamente la tradicional lámpara colgante central. Puede colgarse una lámpara fuera del centro o en torno al perímetro del techo.

Colocando lámparas de pie o de mesa dirigibles se pueden iluminar puntualmente las áreas reservadas para la lectura y la tele, y generar calidez en el ambiente. Estas luces no deben encandilar y deben permitir ajustar su altura y ángulo.

Se debe tener en cuenta que una decoración en tonos claros acepta cualquier iluminación. En cambio, los ambientes pintados con colores oscuros requieren una mejor planificación de las fuentes de luz.

El comedor

En esta área lo importante es saber iluminar la mesa.

Por lo general se hace desde una fuente ubicada encima de la misma. La luz debe ser clara, que no moleste a los ojos ni produzca sombras sobre los comensales ni los alimentos.

Para crear un ambiente más acogedor, puede combinarse con algún tipo de iluminación lateral, un aplique de pared, una lámpara de pie o sobre alguna mesa lateral.

Al elegir la lámpara hay que tener presente el tamaño, la forma y el diseño de la mesa. Una buena iluminación del comedor permite realzar el color y la textura de los alimentos, y el buen aspecto y apariencia de los comensales.

Para las mesas largas, una lámpara de luz muy tenue en cada extremo puede ser un recurso interesante si se desea imprimir presencia al espacio. Una araña de gran volumen no encaja en las áreas reducidas o las mesas pequeñas.

Si la mesa es de vidrio, no hay que olvidar que algunas lámparas pueden producir reflejos sobre la misma.

La cocina

Pare este espacio tan transitado de la casa se necesita una luz general potente que permita a las personas desplazarse y ver sin problemas en los gabinetes y las gavetas. La mejor opción es la luz de centro.

Sin embargo, es importante disponer de luces localizadas sobre cada una de las diferentes áreas de trabajo (lavado, preparación y cocción de alimentos). Generalmente se usan lámparas colgantes o luces empotradas bajo los gabinetes.

Si la cocina cuenta con una mesa comedor o isla central, ambas en cada caso pueden iluminarse con una luz puntual desde el techo.

Para las zonas de trabajo es importante aprovechar al máximo la luz natural. La mejor distribución de estas áreas, particularmente el lavaplatos, con respecto a la luz natural será siempre debajo de una ventana.

Pero para controlar el ingreso de luz a la cocina, en caso de que el sol pegue directamente, se pueden colocar cortinas claras en las ventanas.

Dormitorios

Aquí se requiere combinar una iluminación general tenue y agradable que invite al descanso y al placer con una buena luz para la lectura en el área de la mesa de noche.

Como iluminación central puede usarse un aplique de techo o una lámpara colgante, preferiblemente con una luz indirecta -que apunte al techo y de allí se refleje-, lo que generará un resplandor suave y sin sombras.

Si desea prescindir de la clásica lámpara colgante puede utilizar una lámpara de pie o de mesa con buena iluminación, pero hay que tener en cuenta que esta luz debe poder encenderse desde la entrada del dormitorio o, en todo caso, estar inmediata a la puerta.

Aunque en las habitaciones usualmente se coloca una lamparita de lectura en la mesa de noche, también puede disponerse una lámpara en la pared -sobre la cama o a cada lado de ella- o colgando del techo.

Así, la mesita de noche quedará despejada para colocar libros y otros objetos.

Los cuartos de los niños necesitan una iluminación más general y una luz de estudio sobre el escritorio o el área de lectura.

Si la habitación la comparten dos o tres hermanos, puede usar una luz de noche independiente para cada uno, de manera que la interacción sea más cómoda para todos.


El baño

La iluminación debe ser práctica y funcional, y la principal fuente de luz estará alrededor del tocador y el espejo. Debe colocarse a los lados del espejo, para evitar cualquier sombra sobre la cara. Si desea poner una luz por encima, coloque un aplique alargado con varias bombillas; estos accesorios ayudan a eliminar sombras. Empotradas en el techo sobre el lavamanos generan una sombra molesta sobre la cara. Como complemento de la iluminación focalizada puede colocarse una luz central en el techo.



Servio Viloria

Especial para El Universal

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