Si quieres saber si eres una persona rentable para tu empresa o quieres llegar a serlo, en estas líneas te diremos cuáles son las características principales de un trabajador útil.Bien es verdad que todos deseamos un mercado creciente y con mayores oportunidades laborales en todos los sectores que puedan cubrir las necesidades de trabajo de los millones de españoles que se encuentran en paro. Sin embargo, esta situación tan deseable no está en nuestras manos.
Lo que sí está en las manos de cada uno de nosotros es el retener el trabajo que cada uno tiene, y para ello, habremos de cumplir unos cánones o actitudes que nuestros jefes valorarán muy positivamente e incluso, habrá en casos en los que te lleguen a considerar imprescindible para el buen funcionamiento de la compañía.
En primer lugar debes cuidar tu imagen. Esto significa que si quieres que te cataloguen como una persona responsable, has de actuar como tal. Ser puntual y tener iniciativa en los proyectos te ayudará a conseguirlo. Recuerda que labrarse una buena reputación es cuestión de tiempo, pero ésta puede desmoronarse en cuestión de unos pocos minutos. Por eso, ten excesivo cuidado con las noches de copas, las cenas y de más eventos fuera de la oficina.
Ser una persona de fiar también te dará ese valor añadido. Esta fidelidad se demuestra, sobre todo, en ocasiones de crisis o de picos de trabajo, en los que debes demostrar que eres fiel a la empresa para la que trabajas y dar el 100% de ti, aunque esto signifique hacer más horas, incluso todas las que sean necesarias.
También debes rentabilizar tu experiencia anterior, y demostrar que tienes intenciones de crecer y te interesas y te formas para ello. Aprende continuamente nuevas capacidades y habilidades y así tu superior verá que te preocupas por tu propio crecimiento y lo promoverá.
Finalmente, demuestra tu intención y tu apoyo con actos. No sirve verbalizar que estás del lado de la empresa o que te preocupas por ella. Demuéstralo cada día en tus acciones y entonces se te valorará como mereces. Una de las formas de demostrarlo es el corporativismo. Es decir, si tu empresa vende coches, compra uno, si vende refrescos, bébelos o si hace ropa, usa la ropa de tu empresa. Y nunca olvides la premisa de que aparte de serlo, hay que parecerlo.
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