viernes, 4 de noviembre de 2011

¿Estancado profesionalmente? Pruebe con el autoconocimiento

La célebre película Tiempos Modernos retrata con humor las condiciones esclavizantes del empleo industrial en la época de la gran depresión. El inicio del film muestra a Charles Chaplin en la monótona rutina de la fábrica, asediado por la mirada permanente del supervisor. El vínculo jefe-empleado, en aquel entonces, era estrictamente vertical y unilateral. En ese contexto, las posibilidades de desarrollo para el trabajador eran prácticamente nulas.


¿Qué ha cambiado de aquellos años a la actualidad? Podríamos decir que las relaciones se dan a la inversa. El autodesarrollo se convirtió en un paradigma para los profesionales de la empresa del siglo XXI. Los empleados ya no dependen exclusivamente de la buena voluntad de un jefe para potenciar sus capacidades, crecer en su trabajo o conseguir un ascenso. Las relaciones entre ambas partes son de más paridad y equilibrio. El buen empleado es proactivo y dueño de su carrera, muy a diferencia de lo que ocurría en la fábrica de Chaplin.

En esta línea, el autoconocimiento es la competencia fundamental para el autodesarrollo y la autogestión. La comprensión de las propias emociones y la visión clara de los objetivos personales es el primer paso para que el empleado defina el horizonte de su trabajo, mientras que la tarea del jefe se limita a acompañarlo en ese camino.

Algunas compañías consideran que el autoconocimiento es una competencia crítica para el crecimiento de sus profesionales. Existen muchas disciplinas que tratan este tema. Resulta entonces muy útil el modelo desarrollado por Katherine Benziger, especialista en psicología del trabajo, que busca aumentar la calidad del desempeño, el bienestar y la salud de individuos y grupos.

¿Por qué no soy efectivo en determinadas tareas? ¿Por qué me cuesta comunicarme con algunas personas? ¿Por qué fallo en el trabajo en equipo? Son algunas preguntas frecuentes que muchas veces quedan sin respuesta.

Benziger propone en primer lugar, sobre la observación de C. Jung, y luego en la comprobación de las neurociencias, que los seres humanos tenemos un estilo de pensamiento predominante, dos auxiliares y uno en el cual somos menos eficientes.

En nuestra práctica es de gran utilidad explicar y aplicar este postulado, ya que en términos generales a las personas les resulta de fácil comprensión y de interesante reflexión. Surge rápidamente el aprecio a lo distinto y complementario. Es posible también que sea una herramienta para explicar la baja satisfacción de una carrera, limitada performance, enfermedades, etc.

El modelo Benziger explica el funcionamiento biológico (Sistema de Alerta) conocido como extroversión e introversión, sus características y necesidades, fortalezas y debilidades. Aporta también datos sobre estrés y tono emocional y cuan cómodas están las personas en algunas actividades.

Los cuatro estilos son necesarios e imprescindibles en toda actividad (familia, organizaciones y empresa).

Las ideas de Benziger, analizadas y aplicadas en profundidad, pueden ser de mucha utilidad para el autodesarrollo, brújula indispensable para los profesionales de hoy.

*Coordinadora de Desarrollo & Capacitación de Alejandra Salinas & Asociados.

Publicado por http://www.materiabiz.com
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