miércoles, 11 de enero de 2012

Gobierno se enfrenta a la precarización del empleo

Sector privado espera corrección de políticas económicas para generar empleo

Reducir la tasa de desempleo evidentemente ha tenido mucho más éxito que la meta de reducir la inflación que se ha planteado el Gobierno. En los 13 años en el poder ha logrado bajar el índice a un dígito (6,5% en diciembre), aunque los números no dejan de ser una preocupación, si se evalúan en términos de calidad.

Efectivamente, la tasa de desempleo ha venido disminuyendo de manera progresiva, sobre todo después de 2003. Entre noviembre del 2000 e igual mes del año pasado, la tasa de desocupación bajó de 12,1% a 6,5%. Al cierre de diciembre de 2011, eran 885.149 personas las que no tenían trabajo.

Sin embargo, al desglosar los indicadores es inevitable ir más allá y revisar la calidad del empleo que se ha ido generando y quiénes enfrentan mayores dificultades para crecer. Si se discrimina por edades, los jóvenes son los más afectados, y si se valora por estrato social, los pobres son los más afectados. De hecho, un estudio del Centro Gumilla calificó el empleo como el principal problema de los pobres en 2011, cuando anteriormente era la inseguridad. Esa misma investigación revela que sólo 20% de la población goza de un empleo productivo.

La socióloga Genny Zúñiga explica que entre 1997 a 2008 se ha empeorado la calidad del empleo. Esto significa, según relata, que las personas que están empleadas no reciben ingresos suficientes o carecen de beneficios adecuados básicos. La inflación en 2011 fue de 27,6%, mientras que el salario mínimo aumentó 26,5%.

Políticas que no ayudan

El país disfruta de un bono demográfico (más personas en edad de trabajar) valioso para su desarrollo económico. De acuerdo al Censo 2011, se ubica en 66,6%. Sin embargo, también sufre la aplicación de un conjunto de políticas económicas que no contribuyen con la atmósfera necesaria para impulsar su crecimiento.

Para los expertos en el área laboral, lo preocupante es que hasta ahora no existe una capacitación para el trabajo ni hay definición de nuevos sectores económicos a los cuales debería abrirse la economía.

El sector privado ha sido por excelencia el mayor generador de puestos de trabajo de calidad, pero hoy enfrenta grandes dificultades, como estatizaciones, expropiaciones, inamovilidad, control de precios y de cambio, que limitan su expansión. Hace 12 años existían 430.578 patronos y empleadores, hoy sobreviven 387.237.

En tanto, el sector público ha asumido las cargas. Desde que el Presidente Hugo Chávez llegó al poder en 1999, el Estado ha absorbido a más de un millón trabajadores, de acuerdo a los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística. En diciembre de 2011, había 2.492.049 trabajadores públicos.

Para el sector privado, la única posibilidad de recuperar el empleo es corregir las políticas económicas, y en consecuencia, estimular las inversiones productivas. Las organizaciones sindicales no quedan atrás en estas peticiones. Abogan por una gran alianza entre las fuerzas económicas (Estado, sector privado, trabajadores) que permitan relanzar la economía nacional, reactivar las zonas industriales y fortalecer la producción nacional.

"El empleo tiene que estar vinculado al fortalecimiento del aparato productivo interno, para generar empleo de calidad, soberanía y productos para el pueblo", dice Marcela Máspero, de la Unión Nacional de Trabajadores.

Planes insuficientes

Sin contar con el lanzamiento de la Gran Misión Trabajo y Saber, bajo la administración del actual Gobierno se han puesto en práctica alrededor de ocho planes de generación de empleos. En 1999, se aplicó el plan de reindustrialización con el cual se pretendía generar 167 mil empleos. Ese mismo año, se llevó adelante el plan de empleo rápido, que incorporaría 200 mil empleos temporales.

Entre el 2000 y 2001, la cifra se elevaría a más de 200 mil empleos, a través de cuatro planes especiales (plan de empleo para damnificados, plan del FUS, plan de empleo masivo y el plan de empleo Simón Rodríguez).

Aún cuando estos programas sirvieron para reducir el desempleo de 15,6% en 1999 a 12,1% en el cuarto trimestre de 2001, el Gobierno incorporó en 2002 la inamovilidad laboral, por un plazo de 60 días, lapso que fue extendiéndose y ahora se aplica de forma anual.

A este escenario, hay que sumar otras iniciativas como el plan de Trabajo desde Abajo (500 mil empleos) y Vuelvan Caracas (1,2 millones de empleos), ejecutadas entre 2003 y 2004.

En definitiva, con estos planes, entre 1999 y 2004 la economía debió reactivarse con más de un millón 300 mil empleos. No obstante, para los expertos en el área laboral, el empleo creció en sectores que no se caracterizan por altos niveles de productividad. En particular, servicio y comercio.

El desafío a futuro es generar empleo de manera vigorosa en los sectores de construcción, agricultura y manufactura, a través de una serie de políticas que contribuyan con un mejor clima para inversiones.

Publicado por http://www.eluniversal.com

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