viernes, 24 de mayo de 2013

Fluidos esenciales del automóvil



Así como necesitamos beber por lo menos ocho vasos de agua al día para que nuestro organismo funcione adecuadamente, los autos también requieren ciertos niveles de fluidos que ayudan a que sus componentes se desgasten menos y trabajen y se mantengan en óptimas condiciones.

El aceite del motor, el líquido refrigerante, la liga de frenos, el aceite de la transmisión y el de la dirección hidráulica son los principales. Revisar el nivel de cada uno y cambiarlos con regularidad es una de las rutinas de mantenimiento más importantes de un carro. Dejar que bajen del nivel que recomienda la empresa fabricante en el manual del auto o -peor aún- que lleguen al mínimo, puede provocar daños graves en los sistemas del vehículo y ser la causa de accidentes viales.

Aceite del motor

Es el fluido más importante de todo carro que funcione con un motor de combustión interna. Al lubricar todas las partes móviles de la máquina disminuye el desgaste y el calentamiento excesivo a los que están sometidas constantemente cuando el vehículo está en marcha. Cuando baja el nivel, el motor puede recalentarse o incluso fundirse. Con los kilómetros recorridos y el tiempo, el aceite se va ensuciando. Se recomienda cambiarlo cada 5.000 km aproximadamente o cada 3 meses, dependiendo del tipo de aceite y servicio que se le haga al carro.

Refrigerante

Junto con el radiador, la bomba de agua y el ventilador, disipa el calor que produce el motor cuando está en funcionamiento y lo mantiene a la temperatura ideal. Igual que con los otros fluidos del auto, es necesario chequearlo regularmente. Cuando hay poco refrigerante en el depósito, el motor puede recalentarse y sufrir daños severos. Aunque por regla general debe cambiarse cada dos años aproximadamente, si presenta un aspecto pardusco o sucio o hay partículas de óxido flotando en él es momento de purgar el sistema de refrigeración.

Liga de frenos

Sirve como medio para generar la presión hidráulica que se necesita a fin de activar los frenos. Cuando un conductor presiona el pedal, la liga transfiere instantáneamente la fuerza ejercida a los cilindros de las ruedas para que el vehículo se detenga. Las altas temperaturas y la gran presión a las que está sometida la van degradando con el tiempo. Cuando adquiere un color casi negro significa que se ha sobrecalentado, y ello puede afectar el sistema.

Si contiene restos de óxido es una señal de que se ha contaminado por la humedad, lo que puede disminuir la efectividad del fluido y comprometer la potencia del frenado. Es preciso revisar la liga cada que vez que cambie el aceite del motor, prestando especial atención al nivel adecuado. Cambiar preferiblemente cada dos años, teniendo mucho cuidado de purgar muy bien el sistema del aire que haya quedado en los ductos. De lo contrario, puede que los frenos no respondan cuando más lo necesite y así poner en peligro su vida.

Aceite de la transmisión


Como su nombre lo indica, el sistema de transmisión se encarga de trasmitir la potencia que desarrolla el motor del carro a las ruedas. Por lo general, las transmisiones manuales no requieren una revisión tan frecuente como las automáticas. El aceite de la transmisión enfría, lubrica y sella las partes internas y mantiene las impurezas y residuos en suspensión hasta que el filtro los elimina del fluido. Por ser un aceite, está sujeto a la oxidación y cambios de viscosidad producto de las altas temperaturas y el uso, por lo que puede perder sus propiedades protectoras y lubricantes. Se recomienda cambiarlo aproximadamente cada 50.000 km.

Aceite de la dirección

Junto con la bomba de la dirección, permite que el conductor de un auto pueda girar el volante con facilidad. Cuando el fluido está por debajo del nivel recomendado causa un endurecimiento repentino de la dirección, lo que dificulta controlar el vehículo.

Con el tiempo, todos los componentes se van desgastando -aunque sólo sea ligeramente- y van soltando partículas de impurezas en el aceite. A medida que éstas se van acumulando, van obstruyendo la bomba y corroyendo poco a poco todas las piezas metálicas del sistema.

Cuando el aceite es nuevo es de color rojo claro o anaranjado, pero cuando está contaminado se vuelve negro o marrón. Aunque la frecuencia con la debe cambiarse varía de auto a auto, es recomendable hacerlo cada tres años. Revíselo siempre que cambie el aceite del motor.


También son importantes

La solución que hay dentro de una batería es una mezcla de ácido sulfúrico y agua destilada llamada electrolito. A causa del calor del medio ambiente y el calentamiento que se genera dentro del acumulador eléctrico mismo cuando está en funcionamiento, el agua se va evaporando. Al quedar poco líquido la batería puede descargarse. Por eso se recomienda revisar el nivel mensualmente y volver a llenar cada vez que sea necesario, pero sólo con agua destilada.

Con las baterías de última generación no es preciso chequear el nivel de electrolito, pues son del tipo "sin mantenimiento". Significa que en la parte superior pueden condensar el agua que se evapora y volver a utilizarla.

Si bien el líquido para limpiar el parabrisas no es vital en términos de la habilidad del vehículo para funcionar, ofrece un medio rápido para limpiar el vidrio frontal mientras maneja. Básicamente es agua, a la cual puede agregar jabón líquido para lograr una mayor efectividad. Es preferible usar agua destilada, ya que la cal que contiene el agua corriente puede obstruir los conductos o la bomba. También puede utilizar el producto específico que venden en las estaciones de servicio.

Servio Viloria
sviloria@eluniversal.com

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